Fundada en 1995 por el enólogo italiano Alberto Antonini y el empresario Antonio Morescalchi, Altos Las Hormigas nació con una visión clara: explorar el potencial del Malbec en los suelos mendocinos. Establecida en Luján de Cuyo, la bodega fue una de las primeras en apostar por el terroir y la identidad del Malbec argentino. Su nombre proviene de una anécdota fundacional: al plantar las primeras vides, descubrieron que las tierras estaban habitadas por colonias de hormigas. En lugar de combatirlas, eligieron convivir con ellas, inspirándose en su trabajo colectivo y perseverancia, valores que hoy definen el espíritu de la bodega. Altos Las Hormigas practica una viticultura orgánica, sustentable y regenerativa, evitando barricas nuevas para priorizar la expresión del suelo. Especialistas como el geólogo Pedro Parra han sido clave en su enfoque en los microterroirs de zonas como Altamira y Gualtallary. Cada vino busca ser una interpretación precisa del lugar del que proviene.