Historia
Cru de Montaña, un apasionante proyecto vitivinícola, se dedica a expresar los ricos matices del terroir San Pablo, revelando las singulares características de sus suelos. Con una altitud de 1.470 metros sobre el nivel del mar, en el corazón de la cordillera, la finca abraza el clima frío y los suelos aluviales pedregosos que confieren un potencial propio de un Grand Cru. Este compromiso se refleja en el meticuloso trabajo de los viñerones y en el respeto a las prácticas tradicionales, donde la viticultura se funde con el terruño, rindiendo culto a la labor de años.
La finca, situada sobre el río Las Tunas, arriba de Gualtallary, revela su diversidad a través de tres zonas distintas en dos lotes de Cabernet Franc plantados sobre pie franco. Cada microunidad de terroir, cuidadosamente seleccionada por su perfil de suelo, es vinificada de forma separada en antiguos barriles de roble de 700 litros, utilizando levaduras indígenas y sin intervención humana, solo con pillages. Bajo la dedicada supervisión de Manolo Pellegrina, el viñerón a cargo de la finca y la elaboración, cada Cabernet Franc logra expresar fielmente las diversas lenguas de suelo, testimoniando el profundo conocimiento de Pellegrina sobre el terruño de San Pablo.
Cru de Montaña Climats Schistos Positivos Cabernet Franc
Viñedos y Viticultura: Las uvas provienen de una finca en San Pablo, Tunuyán, a 1470 msnm, irrigada con agua de deshielo de la cordillera y plantada en suelos franco. En la finca, no se utilizan productos químicos; en su lugar, las plantas reciben tratamiento orgánico y son atendidas por los mismos viñadores desde su plantación en 2006. El lote que da origen a este vino muestra un rendimiento natural de 7 mil kilogramos por hectárea.
Bodega y Vinificación: El mosto fermenta de manera natural, sin intervenciones, gracias al trabajo de las levaduras indígenas de la viña. Se prefieren barricas usadas de 600 litros y piletas de cemento sin epoxi para conservar la energía y pureza del vino, desarrollando así el máximo potencial del viñedo. Tras 18 meses, el vino se filtra sutilmente y se embotella, con una estiba mínima en botella de 12 meses.
Servicio del Vino: En su fase juvenil, este vino, apreciado por los amantes de tintos jóvenes y con carácter, se disfrutará plenamente. A partir del año 2023, almacenado en un lugar fresco y oscuro, comenzará a revelar su perfil más elegante y complejo. A lo largo de los años, experimentará cambios y sin duda mantendrá su calidad hasta 2035. Se recomienda decantarlo antes de degustarlo. La temperatura óptima de consumo es de 16°C. Para disfrutarlo con comidas, se sugiere maridarlo con platos contundentes y con personalidad.
SCHISTOS POSITIVOS Cosecha 2018
100% Cabernet Franc
PRODUCCIÓN 2.013 botellas
ANÁLISIS TÉCNICOS ALCOHOL 13,6° PH 3,62 ACIDEZ TOTAL 5,53 g/l
PROYECTO Calderón – Benedetti